¿Recuerdas cómo eras cuando pequeña? Me imagino que mucho más atrevida, libre y gozadora. Es que claro que lo eras, si llegaste sin ninguno de esos miedos a esta vida, de hecho los fuiste adquiriendo del entorno, de tu cultura, padres o familias.
Veamos, los miedos son necesarios en cierta medida, nos ponen en estado de alerta frente a un peligro y activan nuestras reacciones de huída, que deben estar encendidas, finalmente somos muy animales también. Pero existen algunos miedos que van perdiendo su verdadero sentido y de esos te quiero hablar.
Los miedos irracionales, son esos que te hacen perderte, te detienen a ser tu misma, te dicen que no eres capaz, que es mejor que no lo hagas ahora, que es más fácil quedarte así tal cual estás, que la vida es peligrosa y es mejor evitar riesgos. Y la vida tan solo ES, incluso si lo quieres ver de otra forma, la vida es NEUTRA, nosotras la dotamos de valoraciones.
Cómo sabes, me encanta trabajar con mujeres porque somos maravillosas, estoy segura que si cada una fuera quitando esos miedos; los caules los hicimos tan nuestros; llegaríamos donde nunca nos hemos imaginado.
Mujer, te quiero contar que con todos tus miedos llevas tu casa, que resistes a los comentarios que te han dolido en el alma, con esos miedos te convertirte en madre, diste vida y se te agrietaron tus pechos, con esos mismos miedos dejaste ir a un mal amor y volviste a intentarlo, con esos miedos resuelves la vida de todo aquel que llega a buscar consuelo en tus brazos y palabras ¿Y aún así crees que si te quitarás los miedos no podrías con todo y más?
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