Una buena amistad pareciera ser algo trivial y de poca importancia, y hoy te hablaré de lo prioritario que es en la vida de una persona, sobretodo en la vida de una MUJER. Cuando estamos tristes, recibimos una noticia que no nos gustó, nos rompieron el corazón, o por el contrario, nos aumentaron el sueldo, bajamos de peso, nos compramos una nueva prenda; queremos correr a contarle a nuestra amiga o amigas. Ellas son las que nos hacen la vida más amena, las que nos dirán "todo está bien, deja que pase el tiempo", la que te dirá "te puedes quedar acá si no quieres volver" -sabe que no te quedaras- pero que solo lo diga, te hace sentir protegida. Esas amigas, son necesarias, para mí son vitales, porque reconozco en cada risa e historia que somos tribu. Una buena amiga se reconoce por lo bien que te hace sentir, te dará siempre buenas noticias sobre tí, resaltará lo bueno y será cuidadosa al decirte algo que te pueda doler. Respetará tus relaciones, entenderá tú historia y lo más importante, no te juzgará por tus errores. Algunas quedarán en el camino, y es que también están las amigas de trayecto, que eligen vidas distintas y sólo nos acompañan en un par de estaciones. Y también están las decepciones de amistad, las he pasado, pero con el tiempo aprendí que de esas no quiero más, el límite lo pongo yo y si de dañar se trata, acá no hay acceso para ellas. Con el tiempo me di cuenta que tengo las mejores amigas, las del primer colegio, las del segundo, las de la universidad, mi prima amiga, las del trabajo, las de siempre y las que vendrán. ¿Y tú, tienes una buena amiga?
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