Con el tiempo y la experiencia en intervenciones, me he dado cuenta de la gran inversión que hacen las personas en encontrar un “buen terapeuta”. La gran mayoría comienza con los convenios de las ISAPRES, lo que cubre el seguro complementario, luego saltamos al referido por una buena experiencia, llegando a las terapias complementarias, dando brincos de lado en lado, sumando insatisfacción y con el problema multiplicado por mil. ¿Será que las terapias no sirven? ¿será que a mi no me resulta? ¿o puede ser que me han tocado malos terapeutas? Veamos que pasa.
Soy una convencida de que las terapias sí funcionan, desde la psicoterapia tradicional hasta el tarot terapéutico que te cambio la vida. Cuando llegan mis clientes y me cuentan que fueron a verse las cartas, siempre los escucho con absoluto respeto, tomamos lo mejor de esa experiencia y la incorporo al proceso que llevamos. Y es que jamás podría poner en duda una verdad de otro, porque si a ti no te funcionó, no quiere decir que a otro no le pueda funcionar. Por eso no existen terapias erróneas, tampoco eres el problema, pero sí debemos contemplar algo fundamental cuando comencemos cualquier proceso interno, desde el mas ortodoxo hasta el alternativo, es el sentirse cómodo, seguro y entendido. Eres tú quien necesita fijarse en quien te está recibiendo, cuánta confianza te está generando, cuán cómodo te sientes. Muchas veces aceptamos que nos den una verdad, aceptamos que eso que me dijo el terapeuta es algo absoluto, yo digo que es una posibilidad. Cuestiona todo, porque es cierto que puedes llegar donde un terapeuta que no tenga un buen criterio profesional, pero recuerda que eres libre de irte de esos espacios.
Es importante aclarar, no te estoy invitando a que dejes tus procesos a medias, no te estoy invitando a que cambies de terapeuta siempre, solo quiero que estés atenta a lo que a ti te haga sentir bien y que te vuelvas protagonista de tu vida y elecciones, porque como dice Facundo Cabral, ¡todo te fue dado! Por lo tanto, eres libre de quedarte o irte.
Mi mejor secreto, no es el terapeuta, es como te sientes tú con ese terapeuta.
Comments